Sauna, sol y embarazo: disfruta del calor de forma segura

Si antes del embarazo disfrutabas de la sauna de vez en cuando y te gustaba tomar el sol, es importante que tengas en cuenta algunas pautas ahora que estás embarazada.

En general, el cuerpo es sabio y siempre es importante estar atento a sus señales, que nos indicarán cuándo la exposición al sol y al calor es excesiva. Sin embargo, durante el embarazo es importante tener algunas precauciones que te contamos a continuación. 

Sauna y embarazo

Si hasta ahora disfrutabas de la sauna, no tienes que renunciar a ella durante el embarazo. 

En este sentido algo que debes tener en cuenta es que tu circulación puede estar comprometida, tanto por el estrés adicional que supone el embarazo, por  la revolución de hormonas y el propio peso del feto. 

Por ello, sobre todo si no estás muy acostumbrada al calor, te recomendamos que en caso de utilizar la sauna te coloques en los bancos inferiores (en los que el calor suele ser inferior) y próxima a la puerta. 

Pregunta al personal si disponen de alguna sauna que esté a una temperatura inferior, ya que puede que en éstas te sientas más cómoda.

En el caso de otro tipo de baños en los que la humedad es alta, ten en cuenta que aunque la temperatura sea inferior a la de la sauna estos baños de vapor pueden ejercer una presión mayor sobre la circulación debido precisamente a esta humedad.

En cualquier caso, después de utilizar cualquiera de ellos, es importante que bebas mucha agua para compensar la pérdida de líquidos a través del sudor.

Atenta a las señales de tu cuerpo

El calor en exceso puede resultar dañino para el sistema circulatorio.

Ten en cuenta que si tu temperatura corporal aumenta demasiado, esto podría poner en peligro al bebé (ya que él no es capaz todavía de regular por sí mismo su temperatura corporal).

En este sentido el consejo más importante que podemos darte es que estés atenta a las señales de tu cuerpo. Las mujeres embarazadas son muy sensibles a la temperatura y son capaces de detectar rápidamente si el calor es excesivo.

Escucha a estas señales y aléjate de la fuente de calor si no te sientes segura. 

En cuanto a los baños, una buena guía es que la temperatura de estos no supere los 39 grados centígrados.

Rayos UV y embarazo

Seguro que ya conoces los riesgos de una exposición al sol excesiva y prolongada y su relación con el envejecimiento prematuro y distintas enfermedades de la piel.

Durante el embarazo, la piel reacciona con mayor sensibilidad a los rayos ultravioleta debido al papel que juegan las hormonas. La irritación de la piel, las alergias al sol o los trastornos de pigmentación se producen con mayor frecuencia en mujeres embarazadas, especialmente en la cara, alrededor de los lunares y en la zona del pecho.

Hasta ahora no tenemos evidencia de si los rayos ultravioleta pueden ser peligrosos para el feto en el interior del útero y en qué dosis. Sin embargo, sí se sabe que la radiación ultravioleta contribuye a la descomposición de ácido fólico. 

El ácido fólico, como seguramente sabes, es especialmente importante en el momento de la concepción y en las primeras semanas, ya que resulta crucial en el correcto desarrollo de la médula espinal, el cerebro y las células nerviosas del embrión y para prevenir defectos del tubo neural. 

Por este motivo te recomendamos:

  1. Por un lado, incorpora en tu dieta un suplemento de alta calidad de ácido fólico si te gusta tomar el sol y estás buscando quedarte embarazada, como Natalis Pre, que incorpora ácido fólico en su fórmula de alta biodisponibilidad Quatrefolic
  2. Evita en la medida de lo posible la exposición al sol, especialmente en las primeras semanas del embarazo

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