Esto es lo que puedes esperar en tu noveno mes de embarazo

En este artículo te explicamos todo lo que puedes esperar hacia el noveno mes de embarazo, que se considera habitualmente comprendido entre las semanas 34 a 37 de gestación.

Si estás embarazada de 9 semanas, estamos seguras de que tu mayor preocupación es cuándo llegará el día del parto.

Aunque hay opiniones diferentes al respecto, en general no se considera que el embarazo ha llegado a término hasta la semana 37 o 39. Debes saber además que solo un pequeño porcentaje de mujeres da a luz en la fecha prevista.

En cualquier caso, hacia la semana 39, tu bebé habrá completado su desarrollo y tanto su cuerpo como su cerebro estarán preparados para la vida fuera del útero.

En algunos casos el embarazo puede prolongarse hasta las 42 semanas, mientras que una de cada 10 mujeres más o menos tienen su bebé antes de llegar a la semana 37. En este último caso hablaríamos de un bebé prematuro y podrían llegar a producirse algunas complicaciones relacionadas con su desarrollo.

Sigue leyendo para descubrir los últimos cambios que puedes esperar entre las semanas 33 y 37 de embarazo. En estos momentos, tanto tu cuerpo como el de tu bebé se preparan para el esperado momento del parto.

A medida que tu cuerpo se prepara para dar a luz, es posible que notes algunos de los síntomas que analizamos a continuación.

Es posible que durante este noveno mes de embarazo experimentes algunos sangrados debidos a la dilatación del cuello uterino por el inicio de las contracciones. Este normalmente es de poco volumen, leve, y en cualquier caso te recomendamos que siempre consultes con tu profesional sanitario si se produce.

Con el comienzo de la dilatación se puede producir también la expulsión del tapón mucoso, que no tiene porqué significar que ya te encuentras de parto, sino que tu cuerpo empieza a prepararse. Esta puede, de hecho, producirse hasta semanas antes del parto.

Seguro que ya has oído hablar de las conocidas contracciones de Braxton Hicks, que puedes experimentar durante estas últimas semanas de embarazo si no han aparecido antes, y que tienen algunas diferencias con las contracciones de parto. Es útil conocerlas para no asumir inmediatamente que estás de parto cuando las experimentes.

En primer lugar, las contracciones de parto tienden a ocurrir en intervalos de tiempo más o menos regulares, mientras que las de Braxton Hicks son irregulares. Además, estas últimas no aumentan de frecuencia.

Por otro lado, las contracciones de Braxton Hicks no son dolorosas y suelen ser de intensidad baja o moderada, se pasan al cambiar de postura corporal y las notarás principalmente en la parte delantera del abdomen, mientras que las contracciones de parto suelen irradiarse desde la espalda.

Además de la inevitable sensación de cansancio y pesadez en este punto del embarazo, es posible que notes hinchazón y pesadez en las extremidades, sobre todo en las piernas. Pasarás más tiempo descansando, y esto puede provocar algo de retención de líquidos que se manifiesta más en estas zonas.

Esta retención de líquidos a su vez puede provocar lo que se conoce como síndrome del túnel carpiano, que se manifiesta como un hormigueo en manos y dedos.

Por otro lado, el útero a medida que tu bebé se coloca y aumenta de tamaño puede ejercer presión en algunas venas y ralentizar el flujo sanguíneo, afectando a tu circulación. Por ello, puedes ver aparecer algunas venitas y varices que no tenías antes.

Para remediarlo, lo mejor es que bebas agua con frecuencia, que pongas las piernas en alto siempre que tengas oportunidad y que evites pasar tiempos prolongados de pie.

Hacia el final del embarazo notarás que tu barriga se encuentra en una posición más baja. Esto se debe a la colocación de tu bebé en el conocido canal de parto, entre los huesos pélvicos, que hace que el útero se coloque directamente sobre la vejiga, ejerciendo presión sobre ésta.

Esto te provocará ganas frecuentes de orinar, pero siempre debes hacerlo sin dolor o escozor. Si estos síntomas aparecieran, debes ponerlo en conocimiento de tu equipo sanitario ya que podría deberse a bacterias estreptococo del grupo B, cuya infección podría transmitirse a tu bebé durante el parto.

La lista de síntomas que puedes experimentar es amplia y varía de mujer a mujer, pero aquí te dejamos algunos de los más comunes:

• Cambios en tu ombligo, que sobresale hacia fuera

• Melasma y otras pigmentaciones en tu piel, entre ellas la conocida como línea de embarazo en el abdomen, consecuencia de cambios hormonales

• Aparición de estrías, a medida que tu bebé va necesitando más espacio

• Dolor de espalda, debido al mayor peso del bebé y a la relajación de las articulaciones de la pelvis en estas últimas semanas

Estas últimas semanas antes del parto son el momento ideal para prepararte para la etapa de lactancia, un momento que trae sus propios retos tanto para tu cuerpo como para tu estado emocional.

¿Sabías que uno de los síntomas más comunes en esta etapa es la pérdida de cabello?

Natalis Lact es un complemento alimenticio diseñado específicamente para apoyar a tu cuerpo en este momento de recuperación, combatiendo esta pérdida de cabello, favoreciendo la producción de leche y aportándote vitaminas y nutrientes esenciales para ganar energía y luchar contra la fatiga.

Al igual que ocurre con tu cuerpo, el cuerpo de tu bebé también ultima los detalles en estas últimas semanas para salir al mundo exterior.

¿Cuáles son algunos de los cambios clave que se producen en este último mes de embarazo? Te los contamos a continuación.

Los pulmones de tu bebé continúan desarrollándose hasta el día del parto. 

En estas últimas semanas, sus glándulas adrenales (situadas en los riñones) producen hormonas para contribuir a su buen funcionamiento, preparándose para respirar a partir del momento del parto.

Además, sus movimientos respiratorios empezarán a ser más frecuentes aunque todavía no haya presencia de aire en los pulmones.

En preparación para el parto, tu bebé se colocará en posición fetal y descenderá hasta colocarse entre la pelvis.

En general, los bebés se colocan en posición vértice, es decir, con la cabeza hacia abajo. Aunque es menos común, tu bebé también podría colocarse con los pies por delante, en lo que se conoce como posición de nalgas.

En este último caso, tu médico podría intentar girarlo de forma manual cuando se acerque la fecha del parto. Ten en cuenta que el bebé puede cambiar varias veces de posición en estas últimas semanas, y lo ideal es realizar un seguimiento en tus revisiones rutinarias.

Tu bebé seguirá ganando peso hasta el día del parto, aunque este incremento suele reducirse en las últimas semanas.

Puedes esperar que gane alrededor de 250 gramos por semana, y su peso se situará alrededor de los 3 kilogramos, midiendo alrededor de 50 centímetros.

• Aproximadamente a partir de la semana 35 de embarazo, el sistema nervioso de tu bebé ya se considera totalmente desarrollado.

• En este último mes, tu bebé recibirá anticuerpos a través de la placenta, que le ayudarán a luchar contra algunos patógenos durante el parto y en el momento de enfrentarse al mundo exterior.

• Aparecerá en este momento también lo que se conoce como meconio en el intestino de tu pequeño, esa primera caca oscura que suele ser expulsada al cabo de unas horas tras el parto.

• A partir de la semana 34 tu bebé empezará a reconocer sonidos, sobre todo tu voz debido al desarrollo de su sistema auditivo.

• El natural instinto de mamar empieza a manifestarse incluso antes del parto, de manera que tu bebé podrá sacar la lengua. Esto suele darse a partir de la semana 35.

• A tu bebé le crecerán las uñas, pudiendo presentar algunos pequeños arañazos en el momento del parto.

• El lanugo, esa capa de vello fino que protege al bebé durante el embarazo, se pierde en estas últimas semanas, dejando paso a esa piel de tono rosado que el bebé presentará en el momento del parto.