Los hábitos de salud que te ayudan a concebir

Una dieta equilibrada y rica en vitaminas puede contribuir significativamente a satisfacer el deseo de tener hijos tanto en hombres como en mujeres. Si el cuerpo femenino no recibe un suministro óptimo de nutrientes, una de las primeras cosas que hace es dejar de reproducirse. Está en modo de supervivencia, por así decirlo, y no tiene recursos adicionales para un embarazo agotador. 

La situación es similar para los hombres. Su dieta también influye directamente en su fertilidad y en la calidad de su esperma.

En cuanto a nutrición, estos son los 9 consejos clave que debes seguir si estás buscando tener un bebé.

Lo mejor es comer tres raciones de verdura y dos de fruta al día, sobre todo para asegurar un aporte suficiente de vitaminas C y E, así como de minerales. Un pequeño consejo: puedes comer verduras no sólo crudas, al vapor, fritas o cocidas, sino también en forma de batidos caseros.

Además de las proteínas animales procedentes de la carne baja en grasas (300-600 g a la semana) y de los huevos, utiliza también fuentes de proteínas vegetales como las legumbres, el tofu y los frutos secos, así como las semillas y los granos. Estos aportan minerales y vitaminas adicionales, como hierro, selenio y vitaminas del grupo B.

Incluye pescado en tu dieta dos veces por semana. Elige variedades grasas como el salmón, la caballa y el arenque con moderación (una vez a la semana). Evita el pescado contaminado con mercurio, como el atún, el pez espada, el rape, el fletán, el tiburón y la anguila.

Por ejemplo, del pan integral, las patatas, el arroz integral y la calabaza.

Reduce el consumo de comida rápida y alimentos procesados. Suelen contener mucho azúcar, grasas hidrogenadas y aditivos. También tienen un bajo contenido de micronutrientes importantes. En su lugar, opta por la comida casera. Sabes lo que contiene y te sentirás mucho mejor después de comerlo en comparación con la comida rápida y los dulces.

Esto ayuda a tu cuerpo en todos los procesos metabólicos. Lo ideal es utilizar al menos entre 1,5 y 2 litros de agua o tés sin azúcar.

Bebe menos alcohol o, si quieres tener hijos, prescinde de él por completo (de todos modos, durante el embarazo es necesario abstenerse estrictamente del alcohol).

Se ha demostrado que el alcohol influye negativamente en la fertilidad femenina. Altera el equilibrio hormonal y puede retrasar la maduración del óvulo. Algunas mujeres incluso experimentan alteraciones en su ciclo menstrual debido al elevado consumo de alcohol.

Suelen ser la mejor opción porque no contienen pesticidas químicos ni hormonas o antibióticos adicionales. La carga de metales pesados también es significativamente menor cuando se cultivan productos orgánicos debido a la ausencia de fertilizantes artificiales. Como pueden reducir la fertilidad, es aconsejable evitar los metales pesados (no sólo) si quieres tener hijos. Aunque la ingesta a través de las aguas subterráneas y también a través de los productos ecológicos no puede evitarse por completo, la contaminación de los alimentos ecológicos es significativamente menor.

Es importante hacer suficiente ejercicio antes y durante el embarazo. La cantidad correcta es crucial aquí. El entrenamiento cardiovascular extremo, por ejemplo, puede tener un efecto negativo e incluso hacer que no tengas la regla.

En cambio, un programa deportivo bien equilibrado es ideal: Mejora tu condición, fortalece tus músculos y aumenta tu flexibilidad. Además, el deporte te mantiene en forma y te proporciona equilibrio, los requisitos más importantes cuando quieres tener hijos.

El peso corporal y la fertilidad están estrechamente relacionados. Los expertos explican repetidamente que con un peso ideal también aumentan las posibilidades de concebir. Especialmente en el ciclo femenino, los efectos del bajo peso o del sobrepeso son grandes. Las mujeres con bajo peso a menudo no ovulan en sus ciclos porque el cuerpo pasa al "modo de emergencia"; al fin y al cabo, la reproducción cuesta mucha energía.

A la inversa, una cantidad excesiva de grasa corporal puede repercutir en el equilibrio hormonal: en contra de la creencia popular, la grasa corporal no es simplemente un almacén de exceso de calorías para un día lluvioso, sino que interviene en numerosos procesos hormonales. La grasa del vientre, en particular, tiene una influencia decisiva en el equilibrio hormonal porque produce estrógenos. En los hombres con sobrepeso, que en consecuencia producen más estrógenos, la calidad del esperma suele ser peor que en los de peso normal. En las mujeres, unos niveles de estrógenos demasiado bajos o demasiado altos también tienen un efecto negativo sobre la fertilidad.

Así que el mejor primer paso es intentar ganar o perder algunos kilos. Al perder peso, es importante hacerlo lentamente, pero de forma saludable. Las dietas radicales y relámpago tienen el efecto contrario, porque suponen un estrés para el cuerpo, que trabaja en segundo plano y la fertilidad se resiente por ello.

El consumo excesivo de alcohol, los cigarrillos, la falta de sueño, la alimentación poco saludable, el estrés y la falta de ejercicio pueden formar parte de nuestra sociedad, pero desde luego no favorecen el deseo de tener hijos. Las sustancias que contienen los llamados estimulantes también pueden dañar al feto.

Por supuesto, no tienes que vivir como un monje durante tu fase de fertilidad. Sin embargo, si el embarazo deseado no se materializa, hay que revisar los hábitos de vida poco saludables y cambiarlos si es necesario. Lo ideal es que la planificación del embarazo comience por optimizar tus condiciones de vida y tu dieta. De este modo, se puede influir positivamente en la fertilidad.

Si tú y tu pareja queréis tener un bebé, debéis prestar atención a un estilo de vida saludable. El ejercicio suficiente, la relajación, un peso corporal normal y una dieta equilibrada forman parte de ello. También es importante evitar las influencias negativas, como el alcohol, el tabaco, el exceso de café y el estrés.

Algunas vitaminas y minerales pueden favorecer la fertilidad. Si tienes una cantidad suficiente de ellos, apoyarás tu deseo de tener hijos. Entre ellos están el ácido fólico, la vitamina E, la vitamina D, el zinc, el selenio y los ácidos grasos omega-3. Así que asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en estos nutrientes.

Además de una dieta sana, puede ser muy útil tomar suplementos si estás intentando tener hijos para aportar a tu cuerpo todos los micronutrientes importantes. (Por lo general, no es posible "sobreabastecer" al organismo).

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